Millau, Nîmes, Montpellier y Sète: street art

Las calles de diversas localidades en el sureste francés son puro arte. Una disciplina que revindica el espacio
público como espacio principal para la vida artística. Movimiento que comenzó siendo un acto vandálico y hoy es un producto turístico para potenciar el mercado.

Una llamada de atención a la chica que le gustaba, hizo que Cornbread se iniciase en la técnica del graffiti en el año 1960 en Philadelphia. John Fekner, de Nueva York, comenzó en los años 70 a pintar palabras de trazo a lapicero, símbolos, fechas e iconos aerosol. Sin duda el despegue del arte urbano se dá en 1983 cuando el parisino Blek le Rat plasma su obra, con la técnica de la plantilla en la calles de París.

La técnica francesa de pochoir es una técnica artística en que una plantilla con un dibujo recortado es usada para aplicar pintura. Banksy es fiel seguidor de esta técnica. Shepard Fairey es otro personaje de los que innovó en el arte urbano, propagando la técnica de las pegatinas como intervención callejera en los años 90. Dave Kinsey, por su parte, es un artista americano que desde finales de los 90 construye entornos de texturas de varias capas, utilizando variedad de medios.

Son muchos los motivos por los que las obras se pueden presentar en la calle a vista de todos, desde críticas, todo tipo de reivindicaciones, como decoración o con intención de promocionar un lugar turísticamente. Sea cual sea la razón, estamos viviendo un cambio en las tendencias artísticas, un arte dirigido a todos, desde todos los puntos de vista.

“La escultura en la calle es la forma más democrática de poder
presentar el arte para el público general”,

expresó el escultor, pintor y artista plástico portugués, José de Guimaraes, en declaraciones al Diario la opinión de Tenerife.

Como elemento decorativo

El Street art, arte callejero o arte urbano decora las paredes de viejos edificios, bares, perfumerías y otros negocios de cada vez más ciudades. Millau, una villa que destaca por sus producciones artesanales, es también una ciudad para disfrutar visualmente. El centro histórico cuenta con talleres artesanos con una decoración destacada de sus escaparates, pero no sólo estos cuentan con una estética especial. Los locales contiguos también lucen con las paredes decoradas por graffiteros y escultores; los escaparates de los bares lucen en tonos cálidos aportándote una sensación de luz y color que da paso a un sentimiento de felicidad. En el suelo próximo a la oficina de turismo y en algunos tejados existe un alicatado de cerámica de colores, dejando entrever lo que los artesanos de la zona pueden realizar con sus manos.

En Nîmes, bares que aparecen entre soportales como si de lugares secretos se tratase gozan de ilustraciones en forma de tira de comic. Pasea por los jardines que están en la avenida del Monte Duplan y te encontrarás con un muro especialmente llamativo.

Como producto turístico

Cada vez son más las ciudades que movidas por obtener beneficios de sus calles graffiteadas, prestan sus muros voluntariamente para que artistas urbanos expresen sus obras en un intento de potenciar el arte de la calle como producto turístico.

En torno a esta disciplina se han creado festivales en los que los vecinos deciden qué muros intervenir artísticamente y una vez al año los rincones del lugar van cambiando su aspecto. Es el caso del «K- Live: sea, art and sound» de Sète, donde se ha creado una ruta turística al aire libre que se combina con creaciones de artistas locales.

En Montpellier existe un mapa turístico que te guía a través de las diferentes creaciones urbanas, que engañan al ojo.

Los trampantojos de Montpellier

Entre el caos de tráfico que representa moverse en coche por la ciudad, surgen edificios decorados con especiales motivos artísticos, los trampantojos. Se trata de una serie de pinturas en diversos edificios de la ciudad que simulan una tridimensionalidad del objeto observado. Un encuentro entre la realidad y la percepción que se consigue con juegos de perspectiva, sombra y volúmenes.

El efecto se consigue usando la pintura, aunque, en ocasiones, se aprovechan los elementos arquitectónicos. El observador tiene que situarse en una posición concreta para percibir la tridimensionalidad del objeto. El motivo principal de estas intervenciones artísticas en las ciudades es el de ocultar las paredes anónimas, medianeras que, a raíz de cambios urbanísticos, quedan expuestas al público. Una forma de integración de estas partes de los edificios con el tejido urbano que las rodea.

Agnes y Olivier Costa componen el equipo de Mad’Art Concept; fue el grupo encargado de darle un nuevo aspecto a la ciudad de Montpellier. Han realizado una importante labor de investigación en cuanto a las perspectivas y el volumen para cada una de sus obras. La elección de colores cálidos de las regiones del sur, la luminosidad y la integración del fresco en su ambiente son las prioridades del equipo. Las obras se encuentran en la plaza Edouard Adam, la plaza Saint Roch, en el puerto Marianne, el barrio de Bellas Artes con la obra «El carnaval de los animales» de Betka Siruckova, en la avenida Clémenceau cerca de la iglesia de St Denis, en el parking Le Corum y en CHU Arnaud de Villeneuve.

El MACO, Musée à Ciel Ouverte de Sète

El museo a cielo abierto de Sète nace en el marco del festival «K-live: sea, art & sound». Desde 2008 artistas especializados en la disciplina urbana han ido dejando su huella, enriqueciendo, cada año, los muros de la ciudad que componen este museo al aire libre.

Un recorrido que anualmente aumenta su número de obras. Entre ellas están las de los artistas:

  • Thoma Vuille con su creación artística «M. Chat» (Monsieur Chat), obra caracterizada por la impresión de gatos a lo largo de muchos rincones, tal que: «Levez les yeux» sobre la fachada de un hotel, «C’est toi» en un parque, «Pêcheur» en el muelle y «Les roses de Sarajevo» en el paseo de Maréchal Leclerc.
  • C215  con  trabajos que son representativos por ser retratos, pues considera que son las personas las que caracterizan una ciudad. Son «Portrait of Kase2″ en la calle Frádéric Mistral y «Le penseur» de Sète en la calle des Députés.
  • Chanoir con su obra «Famille de Chas» en Marinière.
  • Epsylon Point con sus obras en la calle 3 Journées y en el mirador de Saint-Clair.
  • L’Atlas artista francés fascinado por la historia de los manuscritos ha diseñado su propia tipografía, la cual, está presente en todas sus obras callejeras.
  • Poch artista francés que define sus obras con un estilo clásico cuya obra está en el número 8 de la calle Mario Roustan.

Si te ha gustado solo te queda hacer una cosa: VISITARLO!

Sara Cristina Espina

Guía oficial de turismo del Principado de Asturias, Coofundadora de El Séptimo Viajero y escritora de viajes en "Travel To Happiness." "Guía intelectual en el sureste francés", primer trabajo como escritora de viajes en El Séptimo Viajero. Resido en distintos lugares del mundo, soy nómada y mi pasión es mi vicio, mi religión, mi motivación: viajar. Mi rumbo: la libertad. Soy una aprendiz viajera, alguien muy sociable que aprende de la experiencia ajena. Me interesa la diversidad cultural, me encanta la naturaleza y el deporte es mi forma de vida.

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